Qué documentos necesito para reclamar una deuda
Qué documentos necesito para reclamar una deuda
Índice del artículo
- 1 Qué documentos necesito para reclamar una deuda
- 1.1 La importancia de respaldar la deuda con documentos
- 1.2 Factura: el documento más común… y el más importante
- 1.3 Contrato o acuerdo firmado: un respaldo muy poderoso
- 1.4 Justificantes de entrega o prestación del servicio
- 1.5 Requerimientos de pago o comunicaciones previas
- 1.6 Extractos bancarios o justificantes de pagos parciales
- 1.7 Conversaciones por email, WhatsApp u otras plataformas
- 1.8 Documentación adicional en casos específicos
- 1.9 ¿Qué ocurre si no tengo toda la documentación?
- 1.10 ¿Y si quiero evitar llegar al juzgado?
Cuando un cliente no paga una factura, un inquilino deja de abonar el alquiler o una empresa no cumple con los plazos acordados, surge la necesidad de reclamar formalmente lo que se debe. Sin embargo, uno de los errores más comunes es pensar que basta con decir “me deben dinero” para iniciar un proceso de recobro. La realidad es que, sin documentación que acredite la deuda, reclamar se vuelve mucho más complicado.
Tanto si vas a iniciar una reclamación extrajudicial como si decides acudir a los tribunales, tener la documentación adecuada puede marcar la diferencia entre recuperar tu dinero o ver cómo el deudor se desentiende sin consecuencias. En este artículo, vamos a desgranar qué documentos son imprescindibles, cuáles son recomendables y cómo puedes utilizarlos para reforzar tu reclamación.
¿Quieres consultarnos tu caso concreto?, Contáctanos aquí
La importancia de respaldar la deuda con documentos
Toda deuda debe estar debidamente justificada. No importa si la persona que te debe dinero es alguien de confianza, un cliente habitual o incluso un familiar. Si no puedes demostrar con papeles que existió un compromiso de pago y que este ha sido incumplido, la reclamación pierde fuerza legal. Es por eso que la prevención comienza mucho antes del impago: en la forma en que formalizas tus acuerdos.
Los documentos no solo sirven como prueba ante un juez. También pueden ser clave en una reclamación amistosa o extrajudicial. Cuando un deudor recibe un requerimiento bien fundamentado, con fechas, importes y acuerdos claros, la probabilidad de que pague sin necesidad de juicio aumenta notablemente.
Factura: el documento más común… y el más importante
En el ámbito comercial y profesional, la factura es el documento clave por excelencia. Debe incluir todos los datos relevantes: nombres o razones sociales de las partes, CIF/NIF, descripción del servicio o producto, importe, fecha de emisión y fecha de vencimiento.
Además, debe indicar claramente las condiciones de pago: número de cuenta para transferencia, plazos acordados, posibles recargos por demora, etc. Una factura clara, emitida correctamente y con acuse de recibo es una prueba directa y contundente en cualquier proceso de recobro.
Si el cliente ha aceptado previamente un presupuesto, contrato o pedido, la factura debe reflejar esa relación. Cuanto más completo esté el rastro documental, mejor.
Contrato o acuerdo firmado: un respaldo muy poderoso
Si bien no siempre es obligatorio, tener un contrato firmado entre las partes aporta un nivel adicional de seguridad jurídica. Puede ser un contrato formal, un pedido aceptado por escrito, un presupuesto firmado o incluso un correo electrónico donde el cliente acepta las condiciones.
Lo importante es que exista constancia de que ambas partes acordaron algo: una cantidad, un servicio, un producto, un precio y una forma de pago. El contrato define las reglas del juego y refuerza tu posición legal en caso de conflicto.
No hace falta que el documento sea excesivamente técnico. Incluso un correo electrónico claro puede servir como prueba si deja constancia inequívoca del acuerdo.
Justificantes de entrega o prestación del servicio
Otro punto esencial en la reclamación es demostrar que tú sí has cumplido con tu parte. Si vendes productos, necesitas albaranes o justificantes de entrega firmados. Si prestas servicios, es fundamental contar con partes de trabajo, informes, correos que acrediten que se realizó la prestación, etc.
En muchas reclamaciones, el deudor intenta escudarse en que “no recibió nada”, “no se le prestó el servicio” o “no estaba conforme”. Si tú puedes demostrar que lo entregaste o realizaste según lo pactado, esa defensa se desmonta de inmediato. La documentación de cumplimiento evita excusas y protege tus derechos.
Requerimientos de pago o comunicaciones previas
En una reclamación extrajudicial, siempre es aconsejable enviar un requerimiento de pago formal, ya sea por correo electrónico certificado, burofax o carta con acuse de recibo. Este documento deja constancia de que reclamaste el pago y diste al deudor la oportunidad de saldar la deuda antes de iniciar acciones legales.
Estos requerimientos no son obligatorios, pero sí muy útiles. En muchos casos, su sola recepción hace que el deudor reaccione y pague para evitar complicaciones. Además, si decides acudir a un juzgado, podrás demostrar que actuaste con buena fe y agotaste la vía amistosa.
Extractos bancarios o justificantes de pagos parciales
Si el cliente hizo algún pago previo o parcial, es importante incluirlo en tu documentación. Un extracto bancario que muestre el ingreso sirve para acreditar la relación comercial, e incluso para calcular con precisión el importe pendiente.
Esto es especialmente relevante si se ha producido un impago parcial, o si el deudor alega haber pagado más de lo que realmente abonó. Tu banco, tu pasarela de pagos o tu contabilidad deben ayudarte a reconstruir la secuencia exacta.
Conversaciones por email, WhatsApp u otras plataformas
Aunque no sustituyen a una factura o a un contrato, las conversaciones por correo electrónico o mensajería pueden ser útiles para complementar tu reclamación. A menudo, en esos intercambios se refleja la aceptación del trabajo, el compromiso de pago o incluso la admisión de la deuda por parte del deudor.
Guarda capturas, exporta conversaciones y asegúrate de que todo ese contenido esté disponible si llega el momento de presentar pruebas. En muchos casos, estos mensajes refuerzan tu posición en un juicio monitorio o en la negociación previa.
Documentación adicional en casos específicos
En algunos sectores o casos particulares, pueden ser necesarios documentos adicionales. Por ejemplo, en alquileres impagados será importante contar con el contrato de arrendamiento, los recibos impagados y la notificación de resolución del contrato si se ha producido. En préstamos personales, es necesario acreditar el acuerdo de préstamo y las condiciones pactadas.
Cuanto más específico sea el caso, más personalizado debe ser el paquete documental. Pero el principio general se mantiene: todo aquello que acredite el origen de la deuda, el cumplimiento de tu parte y el incumplimiento del otro es útil para reclamar.
¿Qué ocurre si no tengo toda la documentación?
La buena noticia es que no hace falta tener un expediente perfecto para iniciar una reclamación. Muchas veces, basta con una factura clara y una comunicación aceptada. Sin embargo, cuanto más sólida sea la documentación, más posibilidades tienes de resolver la situación de forma rápida y favorable.
Si no tienes contrato, pero tienes factura. Si no tienes albarán, pero tienes correos. Si no tienes requerimiento, pero el deudor reconoce por WhatsApp que te debe dinero. Todo suma.
Y si no sabes por dónde empezar, puedes recurrir a profesionales del recobro que te asesoren y analicen tu caso.
¿Y si quiero evitar llegar al juzgado?
En muchos casos, basta con enviar un requerimiento legal extrajudicial bien redactado para que el deudor reaccione. Empresas especializadas como Cobratis ofrecen servicios de redacción de escritos, envío por burofax, gestión amistosa y, si fuera necesario, presentación de demanda monitoria sin coste adicional.
Gracias a su modelo de pago único sin comisiones posteriores, es una solución eficaz, económica y profesional para quienes buscan recuperar una deuda sin tener que pasar por un proceso largo y costoso.
Además, al tratar con gestores y abogados especializados en impagados, puedes aprovechar su experiencia para detectar errores documentales, reforzar tu expediente o mejorar tus probabilidades de éxito.


